Abarca toda la parte de enseñanza orientada no solo al niño, sino también a los padres. Una importante figura dentro de la relación odontólogo-paciente. La educación acerca de una buena higiene oral, intercepción y eliminación de malos hábitos y corrección de malformaciones y malposiciones dentarias de forma temprana, es fundamental.
La finalidad de la Odontopediatría es evitar que los niños padezcan problemas más graves en la edad adulta. Durante su infancia, padres o tutores, con la ayuda del dentista, son responsables de transmitir al pequeño unos correctos hábitos de higiene para asegurar un estado bucodental saludable en el futuro.
Se recomienda que la primera revisión dental de los niños se produzca cuando se haya cumplido el primer año de vida. En ella, el dentista revisará el crecimiento del maxilar y de la mandíbula, la correcta erupción de los dientes y descartará la presencia de patologías como la caries.
Además, los padres podrán recibir información sobre cómo conseguir que sus hijos adquieran una salud oral apropiada, resolverán dudas sobre la higiene y el cepillado dental, así como cuestiones relacionadas con determinadas prácticas que pueden resultar perjudiciales para un correcto desarrollo bucodental del niño.
La etapa de los 0 a los 3 años se considera de carácter preventivo. En caso de no existir ningún problema, se recomienda una visita anual. Sin embargo, a partir de los 5 años, durante el periodo de recambio, es aconsejable hacer una revisión cada 6 meses.
En esta primera visita al dentista es común que el niño muestre miedo en forma de llanto o incluso de agresividad en la consulta dental. Por ello, es muy importante que los padres no cometamos el error de transmitir miedo a la consulta a nuestros hijos.
La manera en la que el niño interprete esta experiencia estará influenciada por su propio temperamento, por la influencia de los padres o por otros niños. La ansiedad y el miedo dental son uno de los aspectos más difíciles en el manejo odontológico de los niños y es por ello por lo que el odontopediatra, junto con los padres, debe formar un equipo para conseguir la cooperación del paciente pediátrico. Recuerda que sin la colaboración del niño no es posible realizar con éxito nuestro tratamiento dental.